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“Ninguna vida es indigna por el sufrimiento que padezca”. Valoración bioética del caso Noa Pothoven

La más que fiable organización Observatorio de Bioética, trae otro de sus muchos estudios de valoración ética sobre la eutasia y su reflejo en la dignidad de la persona.

A Noa Pothoven, una adolescente holandesa de 17 años se le dejó morir por inanición el pasado domingo. La joven sufría desde hace años estrés postraumático, anorexia y depresión tras haber sido sometida a abusos sexuales y violación desde los 11 a los 14 años.
Noa quería acabar con su vida porque ya no podía aguantar más su sufrimiento y solicitó la eutanasia. Los médicos se la negaron invitándola a que siguiera antes “un trayecto médico y de maduración personal”. La eutanasia es legal en Holanda desde 2002, y a partir de los 12 años pueden pedirla niños con enfermedades sin curación y padecimientos insufribles. Los menores necesitan el permiso de los padres, pero desde los 16 años deciden por su cuenta, siempre que tengan autorización y ayuda médica. En este caso, se le denegó por considerar que no reunía los requisitos exigidos por la ley.

La Asociación holandesa de Psiquiatría publicó en 2018 un protocolo para guiar a sus miembros cuando un paciente pide morir. “Como un desorden psíquico puede influir en la capacidad para discernir del paciente, es difícil saber si ese deseo es voluntario y meditado. Al menos dos expertos deben evaluar la situación, que es poco frecuente: de las 6.858 peticiones de eutanasia registradas en 2017, 83 tenían base psiquiátrica”, indica el código de conducta.
A pesar de lo publicado estos días en algunos medios nacionales e internacionales asegurando que a Noa se le había practicado la eutanasia, el ministro de Sanidad de los Países Bajos, Hugo de Jonge, ha afirmado que “no ha habido eutanasia en este caso”. Además, el ministro asegura que ha pedido a los inspectores del servicio sanitario y de juventud que investiguen las circunstancias del fallecimiento de la joven.

La familia de la chica ha afirmado mediante un comunicado publicado en el diario holandés “De Gelderlander” que «Noa eligió no comer ni beber más» y que «eso fue la causa de su muerte». Noa anunció recientemente en “un triste último mensaje” en Instagram que había dejado de comer y beber por un tiempo. Afirmó que ésta era una decisión bien considerada y definitiva”.

¿Se podía haber evitado la muerte de Noa? [seguir leyendo]

En España vuelven a la carga con la eutanasia

El partido en el gobierno (Partido socialista) quiere imponer la eutanasia por ley, con la connivencia de otros partidos más radicales, los nacionalistas y la abstención de los liberales.

Nos venden la «muerte digna» pero la realidad es que lo que es es la muerte, porque digna solo es la vida. Nos dicen que no es obligatoria, que lo haga quien quiera, pero el final de todo esto es que la decisión final será de los médicos y de un juez por encima del enfermo y la opinión de los familiares.

El Observatorio de Bioética trae en su blog un caso modelo de cómo los medios de comunicación a la orden de la voz de su amo, inoculan en la sociedad la «necesidad» de una ley de estas características. Se trata de Eutanasia: a propósito del caso de Eluana Englaro.

Una de las tácticas para promover la eutanasia consiste en crear “casos” sobre los que todos hablan. En julio de 2008 la prensa relanzó, a nivel mundial, el caso de Eluana Englaro, una mujer italiana de 37 años que estuvo en coma desde 1992.

Los jueces determinaron entonces que los tutores de Eluana podían interrumpir la hidratación y la nutrición de Eluana y provocar así una muerte terrible: de hambre y de sed. La sentencia fue confirmada de modo “definitivo” el 13 de noviembre de 2008.

El caso sirve para alimentar el debate sobre la eutanasia. Se suceden, como en otros casos, las opiniones, los editoriales, las encuestas. Todo sirve para suscitar emociones y, en ocasiones, para ocultar la realidad sobre la mal llamada “muerte dulce”.

[Sigue leyendo las preguntas que aclaran qué es lo que quieren hacer]

Como siempre os sugerimos un buen libro para poder profundizar más en este asunto que ataca con la dignidad de la muerte y la vida humana Seducidos por la muerte. Un libro imprescindible para afrontar el debate sobre la eutanasia y el suicidio asistido. La realidad de lo que pasa hoy en Holanda es el mejor alegato en contra de la cultura de la muerte.

La cara oculta de la eutanasia

Según el principio, que ya se practica con el aborto, al que estorba hay que quitarlo de en medio. Así es que ahora el próximo paso es quitar de en medio a otros que estorban y que son los pensionistas.

Como sabes, la introducción de la eutanasia está siendo promovida por el PSOE, ahora que está en el Gobierno de la nación Española.

Como nos faltan los millones de niños que se han abortado, ya no hay quien cuide de los mayores ni pague sus pensiones.

Como siempre, se comenzará con una versión muy suave de la ley, con muchas restricciones, restricciones que luego se van eliminando o simplemente ignorando.

Os adjunto un artículo corto publicado en Las provincias de Anselmo Villar sobre la Eutanasia. Conviene leerse el artículo, que es corto y claro.

La mujer de Bill Gates lanza una campaña de 4.000 millones de dólares en anticonceptivos

Asegura que «no hay controversia» en los anticonceptivos y que es una buena inversión para los gobiernos del mundo. Melinda Gates, esposa del ex magnate de Microsoft está convencida de que «los anticonceptivos son una de las mejores inversiones que un país puede hacer para su futuro». [Leer artículo completo]

La periodista Sara Martín, en un artículo de RyL del pasado 21/09/2102  refleja con claridad lo que los grandes poderosos de las finanzas se preocupan sobre la población mundial, que lejos de buscar soluciones para los que ya estamos en este mundo, lo hacen de forma más fácil: evitando que lleguen otros más. ¿Cómo? Con la falacia del «condón para todos» que se regala a espuertas en todas las latitudes. Un regalo que hace millonarios a sus fabricantes y que pasan por ser responsables demográficos.

Pero para muestra un botón en estas declaraciones de la buena de Melinda y la razón de la medida urgente de su lanzamiento. Lo explica claramente la web www.no-controversy.com: «Hoy, más de 200 millones de mujeres en países en vías de desarrollo que no quieren quedarse embarazadas tienen problemas para acceder al uso de anticonceptivos. Es una crisis de vida o muerte. Las complicaciones del embarazo y del parto están a la cabeza de las causas de muerte en África»

Este libro muestra la tesis de que nada es casual, de que todo forma un plan orquestado y la eugenesia (la selección humana) existe.

Tenemos que insistir en lamanipulación de la comunicación, los derechos y las libertades vendidas como algo que revierte verdaeramente en el ciudadano, cuando es justamente lo contario. Guillermo Buhigas dejó claramente escrita el plan diseñado de la «Conjura contra la vida», subtítulo del libro Eugenesia y Eutanasia. Un texto de investigación donde ya se hablaba con contundencia sobre las labores sociales y filantrópicas de la señora y el señor Gates. A continuación otra perla del mismo artículo y de los labios de la mismisima Melinda Gates: «Los anticonceptivos salvan vidas. Dar a mujeres y niñas acceso a los anticonceptivos es transformador – las familias son más sanas, más ricas y están mejor educadas».  A lo que Sara Martín responde acertadamente: «¿La falta de anticonceptivos es una crisis de vida o muerte? No es posible pensar que, en un país donde los escasos recursos alimenticios y la malaria son dos de las principales causas de mortalidad, la lucha por los anticonceptivos deba ser prioritaria. ¿Es esto filantropía?»

Os invitamos a ver el vídeo del libro EUGENESIA Y EUTANASIA y seguir de cerca su contenido en ESTE ENLACE y si deseas adquirir el libro también podrás hacerlo ahí mismo.

La plataforma SÍ A LA VIDA con una presentadora de excepción: Irene Villa

Impulsada por la Plataforma Sí a la Vida, apoyada por más de 400 asociaciones y entidades cívicas internacionales Irene Villa junto con otros artistas defenderá la vida en la concentración del próximo 24 de marzo El Día Internacional de la Vida se celebrará en todo el mundo. España lo hará con una gran gala a cargo de Alejandra Prats y Miguel Ángel Tobías en Madrid.

La Plataforma Sí a la Vida, conformada por más de 400 asociaciones y entidades cívicas y coordinada en esta ocasión por la Federación española de Asociaciones Provida, convocan una concentración en Madrid, para el 24 de marzo, sábado, con la intención de celebrar el Día Internacional de la Vida. Desde el anuncio de la convocatoria, asociaciones nacionales e internacionales identificadas con la cuestión social y la defensa de los derechos humanos, preocupadas por la causa de la defensa de la vida en España, se  han ido sumando a la concentración alcanzando un total de 435 entidades cívicas adheridas.

La concentración empezará a las 17.00h en la puerta del Sol de Madrid. Será una gala con testimonios y actuaciones musicales que pretende representar la defensa de la vida desde sus inicios en la concepción hasta el final por muerte natural. Tendrá una duración aproximada de dos horas y alternará testimonios representativos como el de Irene Villa, víctima del terrorismo, y actualmente embarazada, o como otros de personas con discapacidad, mujeres embarazadas, etc. Además, amenizará la jornada con actuaciones musicales. La gala será dirigida por los presentadores de televisión Miguel Ángel Tobías y Alejandra Prats.

La concentración de la Plataforma SI A LA VIDA ha engrosado el número de asociaciones que la conformar hasta alcanzar actualmente las 435 adhesiones de las cuales 40 proceden de entidades cívicas internacionales de países como Perú, Portugal, Noruega, etc.

Igualmente, el acto de Madrid será apoyado por múltiples concentraciones en toda España. Más de 30 localidades darán su particular SI A LA VIDA con diferentes actividades entorno al 25 de marzo, elegido como el Día Internacional de la Vida.

GLORIA MARCOS: ¿PROHIBIDO VIVIR?

 

GLORIA MARCOS Y MARTI

EL ESCANDALO DE GLORIA MARCOS

Es evidente que Gloria Marcos no ha leído el Best Seller «Mujeres Silenciadas: Cómo se explica el sufrimiento de la mujer que aborta». De lo contrario, no se entiende cómo se puede ser tan insensible con las mujeres que han sufrido un aborto, ni tan intolerante con quienes defienden la vida, la mujer y la maternidad. (Pinche aquí para conocer mejor a Gloria Marcos

ELUANA HA VENCIDO A LA MUERTE

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¡Eluana vive!

(Por: S.E. R. Mons. José Ignacio Munilla, Obispo de Palencia)

El pasado lunes día 9, a las 20.10, dejaba de respirar la joven Eluana Englaro, al mismo tiempo que se paraba su corazón.

Habían pasado tan sólo tres días desde que le fuese retirada su sonda alimenticia en una clínica italiana.

La polémica suscitada en torno a la autopsia no debe distraernos del hecho esencial: el asesinato de una joven, reivindicado por su propio progenitor por motivos compasivos.

Confundir para intentar justificar

La pretensión del padre de Eluana de justificar su petición de eliminar la vida de su hija, aduciendo que ella ya había manifestado antes de su accidente, que no le gustaría alargar su vida artificialmente conectada a una máquina, no deja de ser un argumento destinado a crear confusión.

Lo cierto es que Eluana no estaba conectada a ninguna máquina, ni estaba sometida a ningún encarnizamiento terapéutico. Sencillamente, estaba inmersa en un prolongado coma, y era sostenida exclusivamente por la hidratación y la alimentación por sonda.

Las religiosas que la cuidaban han revelado el dato de que Eluana abría los ojos durante el día, y los cerraba de noche. La eutanasia de Eluana ha sido especialmente llamativa, porque ella no se encontraba en fase terminal (de hecho, llevaba diecisiete años en ese mismo estado, y quizás podría haber vivido muchos más).

Pero, sin embargo, es necesario denunciar que no es tan inusual el recurso a este mismo método cruel de eutanasia, para acelerar la muerte de los enfermos terminales, provocando que su fallecimiento tenga lugar, no ya por causa del cáncer o de la enfermedad que padezcan, sino por causa de inanición o deshidratación.

«Libertad de amar» o «libertad de matar»

En el caso Eluana se han confrontado dos concepciones antagónicas e irreconciliables de la existencia: la «cultura de la muerte» y la «cultura de la vida».

Por mucho que pensásemos que ya lo habíamos visto todo en esta vida, tengo que reconocer que me quedé profundamente impresionado al leer el titular con que uno de los periódicos de mayor difusión de este «país», daba la noticia del fallecimiento de la joven: «Eluana sale de escena y explica lo que es la libertad».

¡Estremece comprobar hasta dónde pueda llegar la soberbia humana! Lejos de mostrar el menor arrepentimiento, se pretende elevar el homicidio al rango de la heroicidad… ¡La libertad de matar y de suicidarse! Por el contrario, las religiosas que han estado atendiendo a Eluana a lo largo de estos años (es importante hacer notar que, no fue su padre quien la asistió), han dado un testimonio impagable sobre la cultura de la vida.

La mayor parte de las cadenas televisivas han ocultado la escena de las religiosas llorando, cuando a la 1.00 de la madrugada, Eluana era sacada «furtivamente» del hospital en que era cuidada y amada, para conducirla hacia la «clínica de la muerte». Mientras que el padre afirmaba que tenía la sensación de estar visitando la tumba de su hija cuando acudía al hospital, las religiosas se habían manifestado de otro modo: «Nosotras la sentimos viva». «No pedimos nada a cambio, sólo el silencio y la libertad de amar y darnos a los débiles, a los pequeños, a los pobres…».

La conclusión es bastante evidente: Somos capaces de apreciar y valorar el don de la vida, en la medida de nuestra salud espiritual.

Legalidad y moralidad

Sin entrar a valorar otros muchos temas de la agenda política del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, es un hecho que su decidida actitud en defensa de la vida de Eluana, ha abierto la puerta a otro interesante debate: ¿las leyes positivas de un Estado son la última instancia inapelable, o por el contrario, los derechos fundamentales del ser humano están por encima de cualquier interpretación jurídica? O dicho de otro modo: ¿es la ética la que tiene que someterse a la ley, o la ley la que tiene que ajustarse a la ética? ¿Berlusconi ha intentado burlar la legislación al hacer los posibles por salvar la vida de Eluana, o más bien, se ha esforzado en humanizar el régimen legal?

En cualquier caso, Eluana ha aportado su granito de arena para intentar despertar a esta vieja Europa de su letargo moral. Lo peor no es ya ser víctimas de la cultura de la muerte, sino entrar en un «coma espiritual» que nos lleve a la connivencia con los verdugos. ¡Gracias Eluana, por «aferrarte» a la vida durante diecisiete años en coma! ¡Confiamos plenamente en que Dios te habrá dado, en plenitud, esa vida que aquí se te ha negado!

Jokin Arano Lampreabe: 21 años de lucha

jokin20arano20lampreabe«Llevo 21 años postrado y nunca he renunciado a la vida»

Fuente: Diario de Navarra, 14 de diciembre de 2008

Jokin Arano Lampreabe tiene 44 años y muchas ganas de vivir.

Nació un 14 de enero de 1964 en Beruete, el décimo de doce hermanos (seis chicos y seis chicas).

Pesó algo más de cuatro kilos y, aunque era algo revoltoso, creció dentro de la normalidad de un chico de su edad. Eso sí, no daba un palo al agua en el colegio: sólo aprobaba religión y gimnasia.

Como había demasiadas bocas que alimentar en su familia, se puso manos a la obra. Su primer trabajo, a los 16 años, consistió en cercar con alambre de espino Rincón del Soto, un pueblo de La Rioja, para evitar que cruzara el ganado.

A partir de entonces fue de obra en obra levantando tabiques, hasta que le contrataron definitivamente en Oricain. El tajo lo alternaba con la juerga. Le gustaba el baile y las chicas. Frecuentaba la discoteca Malloak en el alto de Azpirotz. Desde allí, lanzaba guiños a las más atrevidas.

A sus 23 años, la vida circulaba por el carril de una calma tensa. Y el destino fue implacable. Una noche, a la salida de la jornada en Oricain, un trailer se interpuso a su regreso a casa.

Centro Infanta Elena

A las 11.10 de la mañana Jokin Arano aguarda puntual en el Centro Infanta Elena en mitad de un ábside, rodeado de sillas de madera vacías y grandes ventanales.

El Infanta Elena es su hogar desde hace 21 años. Espera tumbado en una silla-camilla motorizada de dos metros de longitud, con un respaldo de Fórmula 1 hinchado con aire para evitarle rozaduras en el cuerpo.

Arano padece un traumatismo craneoencefálico severo y tetraplegia a consecuencia del accidente que sufrió aquella noche en Oricain. Para charlar con él, y se le pueda mirar directamente a los ojos, como le gusta, hay que ubicarse a su derecha.

La parte izquierda la conserva completamente paralizada. A esa hora, el hall es un hervidero de gente en sillas de ruedas resguardándose al calor de la calefacción que funciona a todo gas. Los más atrevidos desafían los 3 grados de temperatura del exterior y salen a echarse un pitillo.

Familiares de internos se arremolinan a un lado de la centralita. El cartero entra y sale del edificio con paquetes y cartas. El ajetreo contrasta con la tranquilidad de Arano que, impasible, sostiene la mirada sobre la cima nevada del monte San Cristóbal. El viento se despeña gélido e intenta atravesar a este lado de los muros de piedra.

Uno no puede evitar sentir una cuña de fuego y hielo en el estómago al acompañarle más allá del umbral. Arano desprende una sonrisa de agradecimiento por la visita. «Estoy nervioso», aclara. Acto seguido, arranca, y encarrila la silla-camilla entre los pasillos del Centro, su casa, desde hace 21 años. Un par de cinchas le sujetan las piernas a la altura de las rodillas para evitar que se descuelguen.

Su mirada es transparente. Cambia de azul a verde, según por dónde incida la luz. El verde es el color favorito de Arano. «El verde esperanza, quien se viste de verde por guapo se tiene», expresa. Dirige la silla a toda velocidad. «Alcanza los 15 km por hora», advierte, al acercarse a la altura de su habitación, la número 225. Maniobra con habilidad y da marcha atrás para entrar.

«¿Dónde me pongo?», pregunta con gracejo. «No me hagas moverme mucho», bromea. El cuarto es amplio y luminoso. Una ventana le sirve de escape al exterior. Varias personas caminan abrigadas al otro lado. Al final, se sitúa entre la mesa donde tiene la cadena de música que conecta cada mañana, y los pies de una cama que le abrigó durante nueve años. A su izquierda, en lo alto, cuelga de un brazo una pequeña televisión que enciende cuando hay partido de pelota.

Una estantería sin libros, dos fotografías (en una de ellas posa con el Rey) y un trofeo que ganó al mus. Arano no para de contar chistes picantes y hablar sobre mujeres. «Me gustan más que el chocolate, y mira que me gustan los canutillos rellenos de chocolate…». Sonríe pícaro. «Sabes en que se parece el techo al ombligo de una mujer… Adivina…». Prefiere no terminarlo.

Contra la eutanasia

«Si no llega a ser por aquel viaje en ambulancia a Madrid… no sé que hubiese sido de mí».

Cambia el semblante. Lo endurece. Fue el 8 de septiembre de 1987. «Era el cumpleaños de mi madre. Vaya aniversario le di», recuerda desolado.

«Salía de trabajar. Serían las 20.40 horas, estaba a punto de oscurecer. En el asiento del copiloto iba Iñaki, un compañero de la obra. A él le pilló con 17 años», detalla. «Conducíamos el coche del jefe. En el maletero transportaba dos bidones de gasoil que, para que no volcaran, los ceñí con el cinturón de seguridad. Abrí la ventanilla, apoyé el brazo fuera del coche y conduje despacio por la antigua carretera de Oricain. Circulábamos a 80 kilómetros por hora. No podíamos ir más rápidos porque el embrague resbalaba. Y cuando menos lo esperábamos, un trailer góndola se interpuso entre nosotros. Si lo llego a esquivar, nos hubiésemos empotrado contra un árbol. Chocamos contra la esquina de la parte trasera de la góndola. Ya en el hospital me metieron en el quirófano para operarme de la cabeza. Por algún error, salí en coma. Hasta el 16 de noviembre no recuperé el habla. Las primeras palabras que pronuncié al despertar, las recuerdo muy bien, fueron que tenía mucha resaca y que me trajesen algo de beber. Mi hermano estaba a mi lado».

        A Jokin Arano le han intervenido en ocho ocasiones, la más corta duró siete horas y media. «A Iñaki se le rompió la mandíbula». No sabe bien qué ha sido de su vida. «La carretera es muy dura. Hay que poner en el asfalto los 5 sentidos y uno más. Ha sido un trago muy duro. Todo pasó en un segundo y en mi caso, con consecuencias para toda la vida».

        El megáfono de aviso del Centro Infanta Elena interrumpe la conversación. Al mencionarle el último caso de suicidio asistido por el que el estadounidense Craig Ewert de 59 años decidió ingerir voluntariamente una pócima letal y morir mientras le grababan, Arano se queda pensativo, alza los ojos verdes a la luz de la ventana y con la mirada, ahora en azul, prosigue. «Este hombre tenía que estar muy desesperado. No comparto esa decisión. Este mundo no es el que vivís vosotros, se ve todo de otra manera, no obstante, estoy en contra de la eutanasia y el suicidio asistido. Siempre hay algo por lo que vivir. He pasado nueve años sin levantarme de esta cama», indica con un gesto de cabeza, «y lo tengo claro, mientras haya vida quiero vivirla». Toma un respiro. «En estas circunstancias se puede encontrar cualquiera a lo largo de la vida. Yo animo a que estas personas luchen y sigan viviendo con las posibilidades que le queden a uno».

Arano recuperó su independencia el 18 de noviembre de 1995. «Volví a la vida. Al comprar esta silla-camilla he recuperado mi independencia. Desde entonces soy como un chaval de 12 años, con el mismo espíritu». Jokin cumple 45 años el 14 de enero. «No pienso en lo que me ha pasado. Eso de cerrar los ojos es lo último. Sólo miro hacia adelante…» Jokin extrae una pequeña vara de madera de haya de la parte derecha de su pantalón y se rasca la nuca y el pecho. «Tengo un problema de descalcificación de huesos».

«Casi me ahogo»

        «Mi familia decidió trasladarme al centro de rehabilitación de Coslada y allí reviví. Gracias a los ejercicios de rehabilitación en el gimnasio y la piscina, empecé a ganar algo de movilidad. Sin embargo, una mañana, en la piscina, casi me ahogo. El fisioterapeuta me dejó solo con un flotador en las rodillas y otro en la nuca. Me dijo que levantara la cabeza todas las veces que pudiese y allí me quedé, solo, subiendo y bajando la cabeza, hasta que se me escapó el flotador, se levantaron las rodillas y me quedé boca bajo. Tragué agua a 38 grados de temperatura. Estuve dos años sin probar el agua. Bebía mosto, zumo y leche». Suelta una carcajada cuando se le mira extrañado. Arano transmite energía y coraje. «En cierta manera, me siento un hombre afortunado, podía estar peor», asevera. «Nunca demuestro el mal humor. Me conformo como estoy, lo único que deseo es no tener más bajones», confiesa, ante la mirada del periodista. «Noviembre siempre ha traído lo bueno y lo malo a mi familia. Durante este mes murió mi padre, y yo regresé a la vida», explica. «Los accidentes son un problema de cada uno. Yo también hice muchas burradas en la carretera y ahora lo pienso. Mientras intentaba sacar el carné de conducir, he roto todos los coches de los hermanos». Una enfermera entra a la habitación y deja un juego de ropa limpia sobre el colchón. «¡Me levanto cantando a la orquesta Carisma de Falces y me acuesto «a pecaús» porque no me quiero dormir!», exclama. «La orquesta Carisma suele venir todos los años a este centro. Tengo su CD puesto. Conéctalo. De joven era un gran bailarín». Cuando se le pregunta por la crisis se hace el silencio. «¡Crisis! Yo sí que estoy en crisis, no tengo nada. A pesar de eso, hay que seguir adelante».

«Mi ángel de la guarda»

«Siempre estoy tumbado, así que debo estar planchado por la espalda. Por el otro lado, me ha salido una imponente curva de la felicidad. De vez en cuando, me gusta probar una buena chuleta».

Jesús Jiménez también reside en el Infanta Elena. Es su ángel de la guarda. «Es sordomudo», apunta, «nos gusta ir al restaurante Bodegón en el Sadar a comer de vez en cuando, el me ayuda con la comida, está muy pendiente de mí».

Arano se levanta a las nueve y media y apenas prueba bocado. «Desayuno lo mismo desde hace 18 años: zumo de manzana y un cola-cao bebido. Ni tostadas, ni galletas, ni pan, nada. No tengo ganas de comer a esa hora. Después voy al gimnasio y paseo. Eso sí, no sé lo que es el aburrimiento. Cuando estoy sólo me quedo tranquilo, con la mente en blanco. Recuerdo a mis amigos y familias y les telefoneo todos lo días». Le encanta jugar al mus. Lo hace cada día. Exhibe orgulloso el trofeo que ganó junto a Sebastián, su pareja de partida, y compañero del Centro. «Otro año quedamos los segundos y nos regalaron un caja de bombones de dos pisos. A los primeros les dieron una agenda electrónica. Para qué quiero yo una agenda si no puedo escribir», suelta una carcajada. «Una vez que salgo de la habitación no entro hasta la noche. Siempre estoy activo, de marcha. Disfruto mucho de las excursiones que se preparan en el centro». Pero insiste, «lo que realmente me cautivan son las mujeres». Todavía recuerda a la última que le encandiló hace 24 años. «Tenía una amiga…», evoca aquel instante. Aparece un brillo en sus ojos, esta vez azules.

        «Ella es la que no se acuerda de mí. Así es la vida…».