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Mujeres hartas del feminismo

Los políticos han creado, o lo han alentado, el monstruo feminista y ahora no saben cómo huir de él. Un artículo de fondo sobre qué está sucediendo en la sociedad media con las chaladuras de las feministas radicales, y tres libros recomendados.

Está más que demostrado que la máxima que, ya en los años 60, se dijo sobre si corrompías a la mujer, corrompías a la familia y destruías a la sociedad, es verdad. La mujer es el eje que sostiene al mundo porque es la que tiene la capacidad de procrear y generar afecto a su alrededor. No es que el hombre no sea capaz de lo mismo, porque como tal, sin su participación biológica no sería posible la gestación y, por tanto, la reproducción, sin embargo, está en manos de la mujer querer o no, abrir o cerrar la puerta a la vida.

Llevamos décadas y vamos camino del siglo deconstruyendo el sentido biológico de la vida, la justicia por la mujer y el papel dominante del hombre. Ha sido pasito a pasito y es difícil a estas alturas dar marcha atrás para empezar otra vez. Es un camino mal hecho, confuso, cuyo objetivo se va cumpliendo lustro a lustro. La sociedad es presa de su propio discurso y depende, incluidos los propios políticos, de lo que se dice, no de la verdad. Es raro pensar que frente a un pensamiento globalista haya tanto enfrentamiento entre unos y otros. Pienso -sé que hoy día es una temeridad- que llevamos tantos años de relativismo que hoy se defiende el error como la Verdad y se combate a la Verdad como una obligación, de tal suerte que no hacerlo te margina en el ostracismo intelectual. Y sé que mucha gente lo hace pensando que hacen un bien, aunque estén equivocados, para ellos, sus hijos y los que vengan.

La sociedad es presa de su propio discurso y depende, incluidos los propios políticos, de lo que se dice, no de la verdad.

Las fuerzas políticas han encontrado una palanca fuerte y enfurecida como una madre coraje. Los partidos han creado un monstruo que les gobierna: el feminismo radical. Aunque todavía tienen cierta capacidad de pastorearlas cuando van en rebaño, de acercarlas a pesebres donde comer gratis de los impuestos de todos. La prueba está en lo que ahora se empieza a levantar en Andalucía, y me temo que no acabará pronto, con el cambio político de esta comunidad. 37 años de gobierno socialista con las hordas calladas hasta ayer mismo, que acudieron a despedir a Susana Díaz en autobuses de mujeres encolerizadas porque democráticamente hay cambio, y todo será aparentemente diferente a partir de 2019. Jaurías de votantes de izquierda que no movieron un dedo ni alzaron la voz ante la corrupción acumulada, el mangoneo institucional y el dinero robado de los parados porque quien lo hacía eran de los suyos, y nadie les decía que había que hacerlo.

Se atribuye a Rosa Luxemburgo la cita: «Quien es feminista y no es de izquierdas, carece de estrategia. Quien es de izquierdas y no es feminista, carece de profundidad». Sin embargo, el original es de Louise Kneeland, socialista y feminista norteamericana que, como no puede ser menos que todos sus correligionarios, pecaba de sectarismo intelectual. Sin embargo, Rosa Luxemburgo se oponía frontalmente a los conceptos de «izquierdas» y «feminista» y decía algo distinto: «[…] la igualdad política y social de los sexos no emana de ningún “derecho de la mujer” al que hace referencia el movimiento burgués de emancipación de las mujeres. Estos deberes no pueden deducirse más que de una oposición generalizada al sistema de clases, a todas las formas de desigualdad social y a todo poder de dominación. En una palabra, se deducen del principio fundamental del socialismo.» (Rosa Luxemburgo. La cuestión nacional y la autonomía, 1908). Fin de la cita.

En cada «avance» progresista les arrancan algo que solo ellas son capaces de dar porque solo ellas pueden tener y les diferencia del hombre.

Hay mujeres que sí han sabido qué es la vida y se rebelan ante una manipulación de la mujer en la que las incluyen inopinadamente. Se sienten ofendidas frente a las manifestaciones de chicas jóvenes, adultas y medio pensionistas que gritan los eslóganes escritos por dirigentes ocultos a las masas con el fin de dar un espontáneo resultado en las concentraciones que se dan con idénticos aspectos, palabrería y violencia en cualquier ciudad de nuestro país o países (en Iberoamérica) donde se suceden una tras otra las estrategias de populismo feminista internacional. Sin embargo, la realidad es que cuanto más gritan menos se oyen así mismas, porque la batalla como mujer la están perdiendo. En cada avance progresista les arrancan algo que solo ellas son capaces de dar porque solo ellas pueden tener y les diferencia del hombre… Conclusión, cada vez se parecen más a los hombres, ¡pobres!

Alteridad sexual (Palabra) de María Calvo Charro. El enésimo libro que trata del daño raíz que está haciendo la ideología de género. Este ensayo acomete la absurda explicación de que hombre y mujer somos diferentes biológica y psicológicamente, y no un hecho cultural o una presión de generaciones por parte de un supuesto heteropatriarcado; que se trata de una complementación necesaria para procrear, educar y trascender en los demás…

La diferencia prohibida (Encuentro) de Tony Anatrella. Nicolás Sarkozy en uno de sus discursos: “El 68 nos ha impuesto el relativismo intelectual y moral. Son los culpables del capitalismo sin escrúpulos y de la destrucción de la ética. Propongo a los franceses acabar con los comportamientos e ideas del 68”. Lo cierto es que mayo del 68 supuso una auténtica revolución en el terreno de los afectos y de la sexualidad. Muchos de aquellos niños de las flores, los del Haz el amor y no la guerra, años después se han visto envueltos en la guerra del divorcio y en la del aborto. Y ahora, sus nietos, tienen una batalla aún peor… ¡la pérdida de identidad sexual licuada en géneros!

La ideología invisible (Libros Libres) de Jesús Trillo-Figueroa. El ensayista Jesús Trillo dio un golpe sobre la mesa cuando publicó este libro allá por 2006, en pleno apogeo zapaterista, justamente el inicio de esta hecatombe de confusión en la que nos vemos envueltos 13 años después, donde al final no se sabe quién es quién, ni qué es qué, porque la metódica estrategia socialista en la disolución social se ha cumplido a rajatabla, y con la ayuda del liberalismo progresista de don Mariano Rajoy, que puso el punto y seguido a esta locura que nos toca vivir. Este libro es imprescindible leer, recomendar y estudiar, porque en él se vierten todos los pasos, algunos ya conocidos, de qué sentido político tiene generar esta confusión que, además de ser innecesaria para evolucionar y progresar la sociedad, está haciendo un daño de calado profundísimo que llevará generaciones recuperar (y eso si empezáramos hoy a hacerlo, claro).

La perspectiva, el feminismo de género y la situación española

Declaración de e-Cristians en 9 puntos imprescindibles, comprensibles y justos. pero los políticos, esclavos del sistema globalista y sometidos a lo políticamente correcto no lo quieren escuchar.

e-Cristians nace en el año 2001 como respuesta a la constatación de una debilidad: la mínima presencia y aportación cristiana a la vida pública. Con esta iniciativa quieren construir un espacio de encuentro de las diferentes sensibilidades eclesiales, para poder hacerse presente en la vida pública desde la única perspectiva de la Doctrina Social de la Iglesia. Unidad en todo aquello que es lo propio de la iglesia, y pluralidad en todo lo demás.

Su declaración de 9 puntos son los siguientes (si quieres leerlo completa, sigue este enlace):

1.- La defensa de las mujeres no puede fundamentarse en la criminalización de todos los hombres.

2.- La aludida ley constituye una anomalía democrática.

3. Las leyes en un estado de derecho deben ser generales y no pueden hacer excepciones de grupo.

4.- Rechazamos que la perspectiva de género en un sentido positivo significa observar la realidad desde la perspectiva femenina se haya convertido en una ideología política con la pretensión exitosa en el caso de España de ser la doctrina del estado.

5.- Como lo es el rechazo a un estado que adoctrina en la perspectiva de género a nuestros hijos aprovechando su control de las escuelas públicas.

6.- Del mismo modo que hemos querido diferenciar entre perspectiva e ideología de género, también consideramos pertinente diferenciar entre feminismo y feminismo de género.

7.- El feminismo de género no tiene otra finalidad y no utiliza otra estrategia que la de penalizar más y más la condición masculina, y con ella al marido, al padre, al adolescente. Solo defiende a las mujeres en aquellas situaciones que encajan con su ideario.

8.- La violencia mayor que se ejerce sobre las mujeres es la prostitución.

9.- La violencia mayor que se ejerce sobre las mujeres es la prostitución. Los poderes públicos deben proteger a los más débiles de acuerdo con sus necesidades.

Si quieres un ejemplar, clica en la imagen

Proponemos un libro que propugna un feminismo cargado de mujer, de sentido común y participación activa en la sociedad. A cargo de Ana María Traver Fábrica, defiende que este feminismo bueno es un don para toda la humanidad, liberando positivamente a la mujer, y otorgándole mayor dignidad.

LA «CUESTIÓN FEMINISTA» Por Jutta Burggraf (por Arvo Net)

Ciertamente, no es la revolución feminista la que tiene que convencer a un cristiano del valor idéntico de los sexos. Basta echar una mirada al primer libro de la Biblia que narra la creación del mundo.

jutta-burggafInjusticias del pasado

En el siglo XVIII, por ejemplo, se podía afirmar sin miedo alguno a recibir una silba: “Una mujer que piensa es tan repugnante como un varón que se maquilla”.(G. E. LESSING) Parece, de hecho, que el despliegue de la personalidad femenina se limitaba entonces a expresarse encima, y no con la cabeza. Conocemos, quizá, las pinturas de la época en las que se presentaban las mujeres con enormes cofias bordadas. (H. WESTHOFF-KRUMMACHER). Encima de las cabezas llegaban a darse verdaderas explosiones de creatividad. El ama de casa exhibía sus virtudes de laboriosidad, limpieza y habilidad manual a través del tocado, teniendo la cofia un alto valor comunicativo. Mostraba lo bien que las mujeres podían coser y bordar. Al fin y al cabo, encima de su cabeza es donde la mujer llevaba su completa educación, siendo el último toque el devocionario entre las manos. Sólo así se cumplía con la obligación de ser el orgullo y honor de su marido.

Durante siglos, los varones realmente no tomaron demasiado en serio a las mujeres, y durante milenios las despreciaron. Algunos afirman que la miseria comenzó ya en las antiguas civilizaciones. Fue entonces cuando Aristóteles erigió la tesis de que la naturaleza había creado algunos individuos para que éstos mandasen sobre los demás, y otros para que les obedeciesen. Entre los primeros estarían, por supuesto, los varones, entre los segundos las mujeres. (ARISTÓTELES) Desde entonces, se dice, los varones se envanecieron…

Algunas personas sensatas amonestan que no debemos exagerar. La vida es en verdad más amplia, más rica, tiene más matices. Durante el transcurso de la historia, a las mujeres no sólo se les maltrató, sino también se les honró, no sólo las despreciaron, sino también las amaron. A la inversa, también hubo casos de varones ofendidos por mujeres, y no pocas veces, éstas se valieron para ello de cualquier fingimiento, chantaje y tormento oculto.

Yo, francamente, no creo que sea posible leer toda nuestra historia cultural como una novela policíaca en la que exclusivamente las pobres mujeres son las oprimidas, humilladas, ridiculizadas y maltratadas por los varones malos, consiguiendo, finalmente, liberarse de ellos. Gran parte de las tensiones entre varones y mujeres son indudablemente de carácter bilateral y personal. Pero, aparte de esto, no podemos negar una clara infravaloración del sexo femenino que se ha plasmado mundialmente en innumerables convenciones y normas sociales. Pienso que ha habido evoluciones enormemente equivocadas precisamente en los últimos trescientos años.

Las primeras reacciones de las mujeres

Es de agradecer que, al irrumpir la Revolución Francesa, algunas mujeres inteligentes supieron darse cuenta de que los derechos humanos tan ensalzados beneficiaban tan solo a los varones. De ahí que Olympe Marie de Gouges redactara en septiembre de 1791 la famosa “Declaración de los derechos de la mujer”, entregada a la Asamblea Nacional para su aprobación. Detrás de ella había un gran número de mujeres organizadas en asociaciones femeninas. Se definían a sí mismas como seres humanos y ciudadanas, y proclamaban sus reivindicaciones políticas y económicas. Es interesante, por ejemplo, el artículo VII de esta declaración, que reza: “Para las mujeres no existe ningún régimen especial: se les acusa, se les mete en prisión y permanecen en ella, si así lo prevé la ley. Las mujeres están sometidas de la misma manera que los varones a las idénticas leyes penales.” El artículo X es aún más preciso: “La mujer tiene el derecho a subir al patíbulo”

Las mujeres no querían seguir sin voz ni voto, preferían que se les castigara e incluso padecer la muerte, antes de ser consideradas esclavas y seres sin responsabilidad. Desgraciadamente, Olympe de Gouges fue degollada, y junto con ella otras muchas mujeres famosas. Se les prohibió reunirse a las mujeres bajo pena de cárcel y sus asociaciones fueron disueltas a la fuerza. Su misión, por lo pronto, parecía haber fracasado.

En cambio, las mujeres no se resignaron. En Inglaterra comenzaron a fundar un llamado “movimiento contra la esclavitud”. Partían de la base de que también se les tenía que conceder los derechos de sufragio y ciudadanía, igual que se había hecho con los antiguos esclavos. Una de las protagonistas exclamó: “Todo el sexo femenino ha sido despojado de su dignidad. Se le pone a una misma altura con las flores cuyo cometido es sólo el de adornar la tierra.”(M. WOLLSTONECRAFT)

No vamos a ver ahora las luchas feministas con sus logros y recaídas. En el siglo XX las mujeres consiguieron por fin ser admitidas, de modo oficial, en la enseñanza superior y en las universidades y alcanzaron la igualdad política, al menos según la ley. Pero esto vale sólo para el mundo occidental. En muchos países de África y Asia falta todavía mucho para llegar a esta meta; allí las mujeres, con frecuencia, siguen estando lejos de poder realizar un trabajo en condiciones humanas. Y aún donde han conseguido una igualdad en la vida pública –como es el caso de América y Europa–, quedan todavía numerosos estereotipos y prejuicios por eliminar..

Valor idéntico de los sexos

A pesar de ello tenemos hoy, en principio, conciencia clara de que la posición de la mujer está al lado del varón; no es inferior ni tampoco superior a él. Mirando al pasado, el Papa Juan Pablo II ha pedido perdón, reiterada y públicamente, por las injusticias cometidas contra las mujeres por parte de los varones cristianos. (JUAN PABLO II: Carta a las mujeres, 3.) Eso me da confianza.

Me llena de alegría, además, que podemos encontrar a personas singulares, en todas las épocas, que no tenían problemas con la “cuestión femenina”. Ciertamente, no es la revolución feminista la que tiene que convencer a un cristiano del valor idéntico de los sexos. Basta echar una mirada al primer libro de la Biblia que narra la creación del mundo.(Génesis 1,27) Allí se puede leer inequívocamente que Dios creó al hombre –varón y mujer– a su imagen y semejanza. Esto significa que ambos sexos tienen una misma imagen de su origen; la dignidad de ambos está fundamentada en Dios.

Tanto el varón como la mujer tienen una interioridad y profundidad propias, con la posibilidad de comprender el mundo, de ser creativos y de desarrollarse en libertad. El “ser imagen de Dios”, no es introducido al ser humano desde fuera, no es algo yuxtapuesto, sino que constituye su estructura esencial. No creó Dios primero al hombre, para luego imprimirle su imagen. El varón y la mujer no tienen una imagen de Dios en sí; son, desde un principio, en su unidad de cuerpo y espiritualidad, imagen divina.

La mujer, en consecuencia, no es un ser definido en relación al varón. Ella tiene valor y dignidad por sí misma, no los recibe de otro. No es sólo “la hija del presidente” o “la madre del arquitecto”. Puede ser ella misma presidenta o arquitecta. El relato de la creación de una costilla común reafirma lo señalado,(Génesis 2, 18-25.) pues no es ninguna “prueba” de la subordinación de la mujer, sino una expresión de la igualdad de los sexos, que han sido hechos de la misma “materia”.

Al comienzo de la historia humana, Adán y Eva están juntos, uno al lado del otro y frente a Dios, con igual libertad, valor y responsabilidad. Ambos poseen una última y exclusiva relación inmediata con Dios; y a ambos les fue confiado el gobierno de la tierra como tarea común. El doble encargo de administrar los bienes y de procurar descendencia fue dado a los dos, no recibió Adán el primero y Eva el segundo. Esto quiere decir, en concreto, que ambos, varón y mujer, han de compaginar las exigencias de su trabajo profesional con la necesaria dedicación a la familia.

¿Por qué yo no soy feminista? por Lauren Southern: Why I am not a feminist?

La evolución del feminismo tuvo su tiempo de guerra justa cuando era de equidad y su decadencia más depravada cuando se volvió radical.

Las mujeres y hombres feministas de hoy se han convertido en hembristas, que no es más que el odio a los hombres por lo que son y no tanto por lo que hacen. No buscan la igualdad, buscan la anulación del varón porque detrás de esta activación política está la corrupción de la razón y el sentido común que propugna la familia natural y como consecuencia su destrucción, con esto nos topamos otra vez con a la Ideología de Género.

Pocos lo denunciamos y siempre somos acallados. Ningún medio de comunicación de masas lo denuncia, todo lo contrario, están en el ojo del huracán promocionándolo. Sin embargo, para suerte de todos, hay mujeres como Lauren Southern que se ha hecho hueco en la opinión pública y se hace oír, aunque la traten de hacer el vacío. Pero no nosotros no. Nosotros la aplaudimos con fuerza y la sacamos en el blog y la daremos a conocer e las redes sociales. ¿Por qué no nos ayudas y lo compartes en todas las redes sociales e las que participas? No será Lauren quien te lo agradezca, serán miles de hombres, miles de niños y niñas, miles de mujeres y cientos de miles de familias.