Las campañas contra el aborto se han caracterizado por dos estratégicas muy diferenciadas: mostrar abortos o mostrar la vida.
Los seguidores de la estrategia de «mostrar abortos» pretendían abrir los ojos de aquellos que consideraban que el aborto no era más que una breve intervención para quitarse un cúmulo de células que no eran ni humanas… (uno de los tópicos más mentirosos que siempre ha usado el loby mundial proabortista).
Por otro lado, los que hacían campaña en positivo «mostrando la vida» con fotos de bebés sonrientes, indicando a las madres que dudaban sobre si abortar o no, con un mensaje subliminal de «mira lo que te pierdes» también hicieron mucho bien, pero creemos desde nuestro punto de vista que ambas ni tan siquiera se complementaban, si no más bien iban a públicos distintos.
Pero si hay algo que es una realidad es que los políticos y las instituciones globalistas se empeñan en corromper el sentido natural de la vida y la protección de esta y muchos ciudadanos del mundo lo asumen como un derecho, el derecho a matar «porque yo lo digo», ya no hay ni los tres clásicos de los supuestos (violación, malformaciones del feto y secuelas spsicológicas de la madre) por donde se cuelan todas las leyes del aborto hasta las últimas que proliferan en Estados Unidos, de mano de los demócratas, que acepta el derecho de la madre a abortar hasta el momento del parto, lo que supone un verdadero infanticidio.
Precisamente por eso, porque los verdaderos culpables de este crimen organizado y globalizado es de los que ostentan el poder legislativo, financiero y mediático, hay que recordarles ésto, ahora que han olvidado todos los partidos parlamentarios, los que juraron en la constitución (defender la vida), los que pretenden legalizar la muerte de inocentes e indefensos, apoyados por las administraciones y que asesina a varios millones de niños cada año por aborto quirúrgico, químico y F»iV»´s
Avisamos que este vídeo yiene las mágenes más duras que se han conocido sobre la ejecución del aborto, puede herir sensibilidades. No obstante consideramos que es necesario verlo y difundirlo en una sociedad cada vez menos racional y más emocional.
Una vez más, recomendamos el libro Imperio de la muerte. ¿Quién se está forrrando con el negocio del aborto? porque sigue siendo tan clarividente (y valiente) como el primer día.