Planned Parenthood y la industria del aborto protagonizan nuevos escándalos (I)

IPPF - La multinacional de la muerte, de Jorge Scala

Desde Estados Unidos nos han llegado noticias confirmando la divulgación de nuevos escándalos y procesos criminales relacionados con las actividades de la industria del aborto en ese país, que vamos a detallar a continuación. Esta es la primera entrega de tres que habrá.

Filadelfia (Pensilvania): El fiscal del distrito Seth Williams ha presentado numerosos cargos penales contra la clínica propiedad del abortista  , ubicada en esa ciudad. Entre otros delitos, al «Dr». Gosnell, a su esposa y a otros colaboradores se les imputa el asesinato de una mujer de 41 años por sobredosis de anestesia, el asesinato de siete bebés que nacieron vivos, y haber provocado lesiones graves a varias mujeres (en unos casos perforación del cuello uterino , y en otros casos perforación del útero). La clínica estaba especializada en abortos de tercer trimestre, y tras la investigación policial se han publicado imágenes de la misma propias de una película de terror: Bebés congelados, colecciones de pies de bebés conservados en frascos, e incluso manchas de sangre salpicada en las paredes y las mesas de exámenes. Ex trabajadores de la clínica también han acusado al Dr. Gosnell de practicar abortos a menores de edad en contra de su voluntad cuando sus respectivas madres se lo pidieron, y de realizar abortos sin formularios de consentimiento.

En suma, el fiscal acusa a la clínica Gosnell de asesinato, infanticidio, conspiración, aborto a las 24 semanas o más, uso indebido de cadáveres, robo, corrupción de menores, y otros delitos conexos: Por ejemplo, el equipo de investigadores ha tomado declaración a una trabajadora de la clínica, Tina Baldwin, quien afirma haber visto al abortista bromeando en una ocasión a propósito de un bebé que se retorcía mientras éste le cortaba el cuello: “Esto es lo que yo llamo una gallina con la cabeza cortada”. Frente a quien pudiera pensar que tan sólo se trata de un testimonio aislado, el informe de la acusación detalla asimismo cómo los bebés grandes, nacidos vivos –a los siete y ocho meses de gestación– respiraban y se movían antes que Gosnell cortara sus cuellos o rompiera sus médulas espinales. En algunos casos, el abortista incluso jugó con ellos antes de matarlos.

(Próxima noticia el 20/02/2011)