La liberación de las taras psicológicas, según el DSM

Por la claridad y trascedencia, creemos que importante hacernos eco de este artículo publicado en Infocatolica.com y escrito por Bruno Moreno Ramos. Copiamos un resumen del artículo, pero si quieres conocerlo de 1ª mano y leer los casi 100 comentarios, puedes hacerlo en este ENLACE.

Para los no iniciados, explicaré que el DSM es el Manual Diagnóstico y Estadístico de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría. Es un manual con una enorme influencia a nivel mundial, que se renueva periódicamente (estamos actualmente en el DSM-IV) y que, entre otras cosas, contiene una clasificación de las enfermedades psiquiátricas.

Este manual es citado a menudo en un curioso contexto: el debate sobre el “matrimonio” homosexual, moralidad de los actos homosexuales, la homofobia, las terapias correctoras de la homosexualidad y otros temas relacionados. El DSM se cita en este contexto porque, en 1973, se eliminó la homosexualidad de las disfunciones sexuales recogidas en este manual, tras una campaña orquestada, con gran habilidad, por el lobby gay. Y, desde entonces, los defensores de la ideología de género y del homosexualismo no dejan de citar este hecho como una supuesta demostración de que la “Ciencia dice” que la homosexualidad es algo normal, bueno, respetable y fantástico-maravilloso.

[…] Parece ser que, para el DSM, la zoofilia y el bestialismo tampoco son disfunciones sexuales, sino algo completamente normal, aunque poco habitual.

Por lo visto, para esta asociación, la zoofilia es una parafilia, es decir, un” impulso sexual, fantasía, o comportamiento recurrente e intenso que implica objetos o actividades poco habituales”. Sin embargo, sólo se consideraría un trastorno mental si causara daños a otro o deteriorase la vida del sujeto. En el mismo saco se meten fetichismo, masoquismo, frotismo, sadismo, pedofilia (siempre que no haga daño a nadie, claro), fetichismo transvestista, voyeurismo, escatología telefónica, clismafilia, necrofilia, coprofilia, urofilia y parcialismo. Ninguna de estas cosas es una enfermedad para los ilustres psiquiatras norteamericanos.

Esto nos puede dar una idea del grado en el que la ideología pansexualista se ha introducido en la American Psychiatry Association y, a través de la influencia de ésta, en todo tipo de foros y organizaciones internacionales. Los únicos trastornos sexuales, en la práctica, son la falta de deseo sexual o la incapacidad de tener relaciones sexuales. […] Nada es una enfermedad, a no ser que suponga una limitación para el deseo, aparentemente normal, de mantener relaciones sexuales con todo lo que se mueva o no se mueva, esté vivo o muerto y sea humano, animal, vegetal o mineral.

Los años de estudios y experiencia de estos eruditos psiquiatras les han llevado a deducir que el hecho de que Juanito tenga una novia muerta en el congelador de su casa y esté pensando pedirle matrimonio es algo perfectamente normal. […] . Y, como es lógico, la coprofilia y urofilia (si no saben lo que significan, mejor no pregunten) deben enseñarse a los niños dentro de sus clases de educación sexual, como posibilidades tan respetables o más que el matrimonio tradicional.

[…] Así que, en cierto modo, me alegro de que digan que la homosexualidad es algo normal, porque me da la impresión de que con ello demuestran exactamente lo contrario.

La plataforma editorial VIDA SELECCIÓN tiene un título editado por Sekotia que explica cómo son los manejos de poder, presión y promoción del loby gay a nivel mundial: CÓMO ENTENDER LA HOMOSEXUALIDAD.

Aunque puedan existir algunas diferencias de forma en la manera de actuar, hay una hoja de ruta que marca la manera de imponer esta facción tan a in de la ideología de género, pues el feminismo radical y la homosexualidad (y cualquier otra desviación sexual) es siempre bien acogida para esta iedología.