Se trata de una artículo publicado por ADICCIONES DIGITALES una prestigiosa fuente de imformación sobre el uso abusivo y malicioso de las tecnologías que dirige Juan Manuel Romero, autor de USO Y ABUSO DE NUESVAS TECNOLOGÍAS
Las cifras absolutas indican que casi 40 mil niños españoles de edades comprendidas entre los once y los dieciséis años ven sexo en Internet con el total desconocimiento de sus padres. Sin embargo, a pesar de estos datos, lo cierto es que, según el sondeo EU Kids Online, compuesto por 25 mil encuestas, nuestros adolescentes ven menos sexo a través de la Red que otros europeos de su misma edad. Hay otras situaciones que también afectan a nuestros jóvenes, como es el caso del ciberacoso, que en alguna ocasión ha acabado en suicidio.
Este ciberacoso tiene dos vertientes principales; cuando se acosa a un adolescente por parte de un grupo de la misma edad o cuando se hace por cuestiones sexuales. En este segundo caso el acosador suele ser una persona mayor, generalmente muy inteligente y paciente que espera el momento oportuno para cazar a su presa. El problema es que esa presa puede ser nuestro hijo.
Hay que tener en cuenta que en España el 68 por ciento de las viviendas tiene ordenador, el 69 por ciento dispone de Internet, el 57 por ciento tiene banda ancha, el 80,3 por ciento tiene teléfono fijo y el 94,6 por ciento dispone de teléfono móvil. Con toda esta tecnología a su alcance, nuestros adolescentes lo tienen muy fácil para hacer lo que quieran y sus padres muy difícil para evitarlo.
Lo cierto es que no es difícil que se produzcan situaciones indeseadas por los progenitores si tenemos en cuenta el uso que nuestros hijos hacen de los ordenadores y el resto de la tecnología que ponemos a su disposición y que les permiten conectarse a Internet sin restricción alguna. Porque no es solo el ordenador, también el móvil y otros muchos aparatos que tienen al alcance de la mano.
“Hay que lograr evitar situaciones graves y traumáticas, y para ello hay que poner algunos medios y una serie de normas básicas de comportamiento dentro del hogar, que nos permitan intentar evitar males mayores” señala Juan Romero, fundador de Adicciones Digitales.
Adicciones Digitales es una organización que imparte charlas, conferencias y organiza seminarios dirigidos a adolescentes, jóvenes, padres, profesores y profesionales en general con el fin de mostrarles cómo hacer un uso saludable de esa tecnología. Realiza sus actividades en colegios, universidades, centros sociales y empresas, tanto en la Península como en las islas y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Muchos de los problemas que nos encontramos se producen por el desconocimiento de los padres ante una realidad nueva. Según Raimundo García, Consejero Delegado de Cobertura Informática:
“En el mundo de las nuevas tecnologías está todo por ordenar. Mientras en la vida civil la educación viene de generación en generación y existen reglas, normas y legislación, a la generación actual de padres nos toca educar en algo que no hemos sido nosotros educados, necesitamos herramientas de ayuda en la que nuestros hijos tengan un tutor permanente.”
Cobertura Informática (www.coberturainformatica.com) es una empresa que ha desarrollado una completa aplicación de “Control Parental” para ayudar a los padres en el control y educación de los hijos menores, en el uso de las tecnologías TIC.
“No debemos tener miedo a la palabra control. Siempre será mejor que nos llamen controladores o autoritarios a que haya una desgracia en casa”, afirma Romero.
Por su parte, Raimundo García recuerda que:
“Así como el desarrollo de las TIC nos ha traído grandes adelantos sociales en muchos aspectos de nuestra vida, también implican amenazas y debilidades a nuestra sociedad y sobre todo a los menores. Hay niños menores de 16 años con problemas de ludopatía y adicciones, como resultado del abuso indiscriminado de Internet y otras funciones TIC”.
Ante toda esta avalancha de posibilidades que se abren a los ojos de nuestros hijos, no queda más remedio que buscar un camino intermedio entre su magnífico conocimiento de la tecnología y su nulo sentido común. Romero considera que:
“…lograr ese punto de encuentro será lo que permita que puedan utilizar esa tecnología de forma sensata y saludable, y evitará que los padres nos topemos con un disgusto inesperado”.
“En cualquier caso, la labor preventiva de los colegios, ayuntamientos e instituciones en general es esencial para que ese uso saludable de los ordenadores siga siendo saludable, y no nefasto. Ellos son los responsables de informar y formar a los padres en ese mundo que a esos padres, en demasiadas ocasiones, se nos hace demasiado grande”, concluye Romero.