Miembros del Club de Roma, agrupación que se hizo famosa cuarenta años atrás por predecir una hambruna mundial debido a la superpoblación, defendieron sus proyecciones recientemente en una revista de asuntos exteriores de primera línea.
«La triste realidad es que, pese a las advertencias del estudio, los seres humanos ya están colmando la capacidad de carga de la tierra… si la sociedad humana no reduce el tamaño de su huella, los sistemas ecológicos que sostienen su bienestar se desplomarán», dijo Jorgen Randers, coautor del libro más vendido de la agrupación, que data de 1972: Los límites del crecimiento.
El coautor Dennis Meadows dijo que sus hipótesis fueron confirmadas recientemente por la declaración de un grupo de 105 academias científicas que dijeron que el planeta «está encaminado hacia futuros alternativos con consecuencias graves y potencialmente catastróficas para el bienestar humano».
Los comentarios surgieron como refutación de un ensayo de Bjorn Lomborg, quien calificó de «extraordinariamente erróneas» las proyecciones del libro, y dijo que el alarmismo medioambiental que generó, desde entonces, forjó una conciencia popular de «efectos malignos». El artículo de Lomborg y las objeciones aparecieron en números sucesivos de la prestigiosa revista Foreign Affairs.
Terminar de leer el ARTÍCULO. Procedencia: Por Susan Yoshihara, Ph.D. NUEVA YORK, 14 de septiembre. Publicada en Friday Fax
Guillermo Buhigas (fallecido, marzo 2012) publicó el libro EUGENESIA Y EUTANASIA. LA CONJURA CONTRA LAVIDA que ya hemos recomendado varias veces desde este blog. No podemos, ni queremos, cansarnos de volver hacerlo porque todo lo que debaten estos señores del Club de Roma está explicado y contraatacado en este texto enciclópedico sobre la vida y la muerte provocada desde la más antigua de las eugenésias hasta las más modernas eutanasias. Sus protagonistas, los objetivos, los mecanismos, las razones,… Un libro que es de obligada lectura para comprender los pasos maestros de los intreses de muchos poderosos que, otros sin serlos, se lo han creido también y los defienden como si en ello les fuese la vida… ¡y es al revés!